La llegada del copago supone un cambio, hace años inimaginable, en la forma de acceder a los fármacos, por lo menos en cuanto al hecho de tener que desembolsar algo de «money», intocable hasta hace nada, por parte de los pensionistas, para que sean conscientes de lo que gastan y para que el SNS se ahorre dinero, tocando justo en aquello que más duele a la gente, que es su «bolsillo».
La e-receta ha supuesto un cambio aún mayor en el hábito y modo de cómo las personas han de recoger sus tratamientos crónicos de medicamentos en la farmacia. Ya no es obligatorio pasar por el centro de salud para recoger dichos tratamientos, sino que se pueden recoger en la farmacia más cercana directamente. Este cambio ha generado en las farmacias cercanas al centro de salud una mayor repercusión negativa en sus números respecto al resto (que se han podido beneficiar) y por ello están obligadas a cambiar el chip y subirse al carro de los «servicios» y potenciar la parafarmacia, reformas, amplitud horario……
No entro en el debate desí era un privilegio o no, sólo quiero expresar que toca reinventarse, cambiar el ritmo en cuanto a iniciativa y actitud en el mostrador, ya no podemos esperar con los brazos cruzados a que la gente nos venga por costumbre o rutina, y como dice Irune Andraca: «hay que saltarse el mostrador»; hay que empezar a practicar eso que tanto nos empiezan a meter por vía parenteral empresas que surgen en el mundo Farmacéutico 2.0 y que se dedican a recordarnos lo bien que lo hacen algunas farmacias en desarrollar nuevos servicios y la importancia de motivar al equipo, innovar, desarrollo e implantación de las nuevas tecnologías en la farmacia y para contactar on line con el potencial público, el e-commerce (no tan claro que sea rentable)……….en definitiva el que no esté motivado y sepa torear las adversidades en forma de bajada de precios, retoques de márgenes y puñaladas traperas de la administración, mejor que se dedique a otra cosa. Y esto va para todas las farmacias, sean de ambulatorio o centro de salud o no.
La experiencia personal me dice que las farmacias empiezan a tener un horario más amplio, que estamos empezando a desarrollar servicios
que harán que sean algo normal de aquí a cinco años tenerlos en todas ellas, y que para el SNS el chip de cambio e innovación como establecimientos y agentes de salud que está surgiendo en las farmacias es un un chollo para el futuro del bienestar de la sociedad, a pesar de que la Organización Médica Colegial se meta con nuestro gremio porque ven que los «farmas» nos estamos poniendo las pilas y piensan que invadimos sus competencias.¿Les obligará esto a ponerse las «alcalinas» a ellos?
Las farmacias ubicadas en zonas de mayor densidad de población y de paso son las que se benefician de la captación de recetas que antes se «perdían» cuando el paciente vislumbraba la cruz de la farmacia en frente del centro de salud.
También se hace eco el Correo Farmacéutico de la repercusión que la e-receta está teniendo en las farmacias rurales, en donde se aprecia también desviación hacia la zona urbana. Son las gran olvidadas y perjudicadas. En Navarra han ampliado el plazo de retirada de recetas electrónicas de 10 a 15 días. Algo que ya se hace en el País Vasco desde hace unos meses.
Ante esta situación, y yo como trabajador en una farmacia del primer perfil, solo puedo decir que a pesar de los pesares, al mal tiempo buena cara, y que esta situación no ha hecho sino ayudarnos a crecer profesionalmente en cuanto a actitud, iniciativa, trato al cliente e intento de mejora en el control de su salud, incluyendo en un año: cambio de horario, reforma en la farmacia y la introducción de servicios nuevos y otros en proyecto.
En definitiva los farmacéuticos estamos mejorando a pasos agigantados nuestra labor asistencial (perdón por echarnos tantas flores) y nuestra formación, y el ciudadano y el SNS salen ganando. Por lo tanto, la farmacia de ambulatorio y la farmacia rural están enemistadas con la e-receta pero de las circunstancias más complejas se sirve uno para sacar cosas buenas: con un buen equipo motivado, buen ambiente y cariño al paciente se vencen todos los obstáculos. Es una receta infalible.
Las farmacias de rurales y de ambulatorio están con intolerancia a la e-receta, ¿lo has notado?
Pablo Arriola
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Teresa BONNIN says:
Hace ya 6 años que en Baleares será la e-receta, luego vino la crisis y luego el copago y el «no pago». Habrá que experimentar fórmulas de otros servicios, sin miedo a equivocarse.
Irune Andraca says:
Gracias por la mención, Pablo. La verdad es que yo no podría estar más de acuerdo con lo que comentas, nuestra farmacia también es de ambulatorio y es cierto que la e-rezeta nos ha hecho algo de «pupa»… O no. Según se mire. Porque ahora tenemos un poco más de tiempo por paciente para poder ofrecer mejor servicio, hacer atención farmacéutica de mayor calidad, hablar más tiempo con los pacientes para poder detectar problemas con la medicación… En realidad la idea de » saltar el mostrador» no es nueva para nosotras, ni vino con la e-rezeta, sino que ya llevamos años procurando ponerlo en marcha. Y como siempre digo, si te dedicas a tratar de ser el mejor en lo que sabes hacer, no debe importarte lo que hagan los demás.
Un saludo, Pablo, y gracias de nuevo!
Anna Pitarch says:
Muy de acuerdo contigo Pablo. Mi experiencia de la receta electrónica en Catalunya (unos cuantos años ya) es que trajo nuevas oportunidades a todo tipo de farmacias. Como dices, los cambios no siempre son bien aceptados. Sin embargo, motivan la creatividad y a desarrollar nuevas formas de «farmacia». Para la farmacia de barrio donde yo trabajaba, trajo muchas cosas buenas. Espero que también sea una oportunidad para vosotros